AMADEO CABALLER

 

REGIO 7, Dec 1997

Tenemos entre nosotros a Josep Guixà, artista de Castellolí. Expone en la Sala Municipal hasta el principio del año que viene. No es la primera vez que podemos contemplarlo. El Banco Bilbao (1985), Caixa Penedes (1988), Galería d’Art Vint-i-dos (1993) y ahora en la Municipal han estado y son ocasiones para conocerle la obra, diríamos en plenitud. Eso al margen de haber participado, también en nuestra ciudad en diversas colectivas.

Puedo decir, que Josep Guixà (con fuerte conexión de años con el ambiente pictórico anoyenco), del que he visto los primeros pasos, ocasionalmente, claro, en los cuales su técnica tan personal ( posiblemente sea única) le ha forjado poco a poco un trabajo pictórico de personal condicionamiento.

No se si se conocen  otros casos parecidos a los de él, pero resulta interesante saber que su obra obtiene una personalidad técnico pictórica particular. El color en polvo  mezclado con yeso, colas cementos, etc. son los elementos usados siempre por él para impregnar la tela o madera, según el caso, de una materia rugosa, ruda, semejante muchas veces a fragmentos de murales rescatados, ofreciendo con ella, ángulos nuevos de paisajes urbanos o rurales con sorprendente resultado visual, (Antes de continuar dejad diga que yo no sé, que los tradicionales oleos, acuarelas o pasteles, etc. nunca has sido usados por él).

        Entenderéis entonces, que quien conoce la obra (y quien no, es recomendable la vea ahora), que el aspecto áspero, duro de la materia, de rugosa superficie, sea un condicionante personal de su pintura, cosa que se ha dicho y repetido en comentarios de anteriores exposiciones. Pero este es el punto o la particularidad que destaca a Josep Guixà como pintor. Se aceptan sus resultados o nos quedamos con la duda, hay que admitirlo, pero la huella de antigüedad i ruina que cubre cada una de sus obras es inseparable de una singular personalidad. Un hombre que en este campo lucha en solitario, para seguir su propio camino pictórico. Un camino que según parece,  y alegrémonos ha estado reconocido como muy valido en muchas ciudades catalanas, entre ellas la ciudad condal y la Abney Gallery en Nueva York. También por obtener un prestigioso primer premio en el concurso internacional de tema deportivo (año 1987), y organizado por el Fútbol Club Barcelona. Tanto aquí como al otro lado del Atlántico, algunas de sus  obres forman parte de las colecciones privadas y su nombre tiene impronta.